Por una cultura de lo humano
Crear vínculos allí donde hay humanidad

« Mis espectáculos están pensados para despertar la creatividad y la magia olvidada en cada uno de nosotros. »
¿Quién soy?
Me llamo Michaël Gueulette, creador de Gromic, un payaso sin palabras.
Con casi nada, hace reír y toca el corazón; no lo digo yo, lo dicen los programadores y el público.
No busca impresionar, sino crear vínculo.
Desde hace más de quince años, recorro Europa para ofrecer, a través de la sencillez y la risa, momentos en los que volvemos a encontrarnos: humanos, simplemente.
Mi camino
Ni escuela ni método: Solo la obsesión.
Al principio buscaba los aplausos, la prueba de que era el mejor.
Luego comprendí que no era por mí, sino por el público.
Aportar consuelo, un respiro, un poco de humanidad en un mundo que corre.
Ser esa presencia suave, como un chocolate caliente o un café compartido.
Para mí, el arte sigue siendo una artesanía: hecha de dudas, ensayos y pequeños hallazgos que, a veces, tocan el corazón.

Mi visión
Volver a poner lo humano en el centro.
Crear un arte que hable al corazón antes que a la cabeza.
La sencillez, hoy, es un acto de resistencia: un recordatorio de nuestra humanidad.
Mi clown no busca entretener: conecta; recuerda la belleza de estar juntos. Un espectáculo simple puede tocar profundamente.
A través de mi libro Gestión Cultural de la Emoción, exploro cómo la manera de programar influye en el impacto de un espectáculo en el público. La clave está en crear las condiciones que permiten que la emoción, la del espectáculo y la de los espectadores, circule libremente.
Acompaño a programadores, organizadores y artistas a percibir ese hilo invisible que une al artista con el público.
Y hoy también ayudo a otros artistas a sentirlo y tejerlo a su vez.
Les 4 principios de Gromic



